¡Un año con el Peladilla!

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Hoy se cumple un año que compré el Peladilla, un año de emociones al volante de mi 600, con un sinfín de de excursiones, paseos, gente nueva y algún que otro percance subsanable pero siempre sin ningún calentón ni cualquier cosa grave de la que haya que lamentarse.

Hablando de esto, me viene a la mente aquel plan de ahorro que me hizo Carolina unos meses antes de comprarlo, un plan de ahorro para poder tener un 600, quien iba a decir que tan solo dos meses después y siguiendo en parte ese plan se cumpliría el mayor sueño de mi vida, el tener un 600. Aunque no haya fotos de aquel primer contacto, es algo que se ha quedado marcado a fuego en mi retina, cuando monté en el (estrecho) asiento trasero y dimos esa pequeña vuelta para ver como iba, o el mismo día de la compra que fui a arrancarlo y no lo conseguí porque no encontraba el cortacorrientes, o cuando fuimos a recogerlo, como olvidar la cara de Carolina mirándole con los ojos como platos y bautizándole con el mote de Peladilla (por las fechas y por ser blanquito). Tampoco podré olvidar el viaje a casa cuando mi padre y Carolina iban a 70 y yo los seguía de cerca con el Corsita, ni mucho menos aquella primera concentración del 50 aniversario, o la cantidad de gente que lo ha querido comprar y he contestado con una sonrisa que no lo vendía, entre otros muchísimos buenos recuerdos que irán en aumento.

Un año después, sigo (y seguiré, espero) disfrutando de la conducción de mi Peladilla y de esas miradas, que te orgullecen, de la gente cuando ven pasar ese coche con personalidad propia, con su pequeño motor trasero, que por mucha "caña" que le des, siempre te agradecerá que lo vuelvas a coger, que te hacen poder decir: "Yo tengo un Seat 600". Sin duda estas aventuras, irán en aumento, porque aun quedan muchos proyectos, viajes y avances en la restauración, que incrementarán según vaya avanzando el tiempo y que por supuesto seguiré contando en este blog.

La compra del Peladilla, no habría sido posible sin el apoyo, en un principio desconforme, de mis padres y mi hermano, el apoyo incondicional y el animo de Carolina, y el gran favor mi jefe de aquel entonces, Julian, (gran lector del blog) que me dio el día libre para poder ir a comprarlo sin ponerme pega alguna, así que desde aquí les agradezco ese apoyo que me prestaron en aquella ocasión, así como a todos los lectores que gracias a sus comentarios me han animado a seguir escribiendo el diario de mi Peladilla.

¡¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO A TODOS!!

Un saludo y nos vemos en la carretera.

Chema

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