La primera clase práctica

sábado, 14 de abril de 2007

Hoy hemos ido a dar una vuelta con el pelotilla, después de que le montasen el volante. La primera parada ha sido al principio del camino de Remedios, donde hemos dejado el cochecillo durante un rato para dar un paseo. Después me ha dejado en casa para coger las gafas, soy un poco miope, y nos hemos ido al polígono Sur de Colmenar Viejo; allí en una de las últimas calles Chema ha parado el "Peladilla" y me ha dicho que me cambiase al asiento del conductor, después de ajustarlo a mi medida, porque iba a enseñarme a conducirlo.

Al principio me puse muy nerviosa porque tenía miedo de "hacerle daño", así que he arrancado un poco mal pero después de unas pequeñas lecciones de Chema he cogido un poco de confianza arrancado a la primera. Subiendo una cuesta había un cruce y por los nervios y la presión de Chema que me decía que fuese a la derecha se me caló, así que al final ha tenido que cogerlo él de nuevo y llevarlo un poco más para volvérmelo a dejar y coger un poco más de confianza.

Por los nervios, la emoción del momento y por no abusar me he vuelto a bajar y Chema ha tomado el mando, esta vez colocando el asiento, y se ha dado una vuelta, a lo largo de nuestro recorrido hemos encontrado a una chica que también estaba haciendo prácticas con el coche de su novio, un Ibiza de los nuevos, y Chema me ha picado y finalmente he terminado cogiéndolo de nuevo. ¡Le cogí tanto gusto que dí dos vueltas seguidas!, eso si tenía a Chema al lado diciéndome : "acelera un poco", "levanta el pedal", "pon la intermitencia", "no te dejo que pases de 30" , "vete por ahí que está la del Ibiza para que te vea conducir" "no abraces el volante" y "¡Carol , no has hecho el stop!".

En la primera vuelta me he comido unos cuantos "socavones" porque iba pendiente de ir por la derecha, de si venían otros coches, así que he ido despacito, pero en la segunda como ya conocía mejor el terreno se "embalaba" cuesta arriba y he podido esquivar todos los baches, eso si poniendo las intermitencias cuando cambiaba de carril, aunque realmente no hacía falta pero hacía caso de lo que me había dicho Chema.

La verdad es que se me ha dado mejor conducir el "Peladilla" que el "Corsita" porque es más chiquitín y las medidas se controlan antes. Me considero una privilegiada por haber aprendido a conducir un poquito en un seiscientos.

Carolina