Etapa 40 - Campo de Criptana (Ciudad Real)

domingo, 29 de abril de 2007

Este fin de semana con motivo de la celebración de la 40ª etapa de la vuelta a España en 600, Carolina y yo nos hemos acercado a las tierras manchegas, no solo para ver la etapa, sino para hacer un poco de turismo por las tierras de Don Quijote que tan apegadas están a mi puesto que mis padres son de allí. Como el Peladilla no esta para muchos trotes, hemos ido en el Corsita que también se merece sus paseos.

El sábado llegamos a El Toboso, patria de mi padre y de la famosa Dulcinea del Toboso natural de allí según cuenta la novela del ilustre Miguel de Cervantes, aunque existen muchas teorías sobre su nombre y existencia abandonare este tema por no ser un tema automovilístico. Tras hacer un poco de turismo por las tierras quijotescas volvimos al hostal donde nos hospedábamos para estar descansados y disfrutar de la etapa a la que asistiríamos el día siguiente. Prometo que en cuanto el Peladilla tenga su "corazón" reparado volveremos haciendo fotos y detallando todo mejor.

El domingo al levantarme recibí una llamada de mi madre porque finalmente mi padre y ella se habían decidido acercarse a ver la etapa y a pasar el día por allí, de hecho el mismo sábado no sabina si iban a venir, pero creo que a mi padre le pico el gusanillo de su pueblo y los 600, aunque diga que no.

Después de desayunar pusimos rumbo a Campo de Criptana, un pueblecito de Ciudad Real famoso por la mención de sus molinos en el Quijote, parando para ver un santuario a la salida del pueblo. Tras la visita a la ermita de la patrona fuimos donde tendría lugar la concentración, justamente donde están los molinos. Allí hicimos tiempo viendo los molinos hasta que llego el momento de la llegada de la comitiva que acompañaba el testigo escoltada por la policía local.


Una vez aparcados los coches me acerque a ellos cuando una voz familiar, la de mi padre, me llamaba para presentarme a Antonio, miembro fundador de la lista de correo a la que pertenezco a quien previamente había llamado para avisar de mi asistencia. Allí estuve hablando con Antonio y con José Miguel, el portador del testigo desde Cuenca, haciendo fotos a la entrega del testigo, a los coches y al alcalde del pueblo que se mostró muy interesado por la vuelta. Como dato curioso cabe destacar la presencia del ultimo 600, con matricula de Madrid, sorteado por el programa de televisión "Cuéntame" y que pertenece a un chico de Ciudad Real.


Después de esto y como estaba previsto en el programa de la vuelta fuimos a ver un molino por dentro, mecanismo original y todo lo que contenía dentro con un guía excepcional, mi padre. A la salida del Molino fuimos ha tomar algo y justo al terminarnos los refrescos Antonio nos aviso para que nos preparásemos porque se iban a comer. Montados en el coche de mi padre seguimos a la comitiva hasta llegar al restaurante, perdiéndonos por seguir a un pelotilla que era de allí. Pero finalmente llegando al lugar de la comida porque al volver a la carretera principal vimos a los pelotillas cruzando, así que los seguimos.

Ya en el restaurante y al haber mas gente de la prevista nos fuimos a comer a la planta de abajo, en la "mesa presidencial", donde nos sentamos, mis padres, Carolina, Antonio, Julian y su mujer (los del 600 al que habíamos seguido) y yo. Allí disfrutamos de una grata comida con amenas conversaciones entre mi padre, Antonio y yo, hablando de mi aficion y lo que es en si la afición al seiscientos, descubriendo que mi padre estaba contagiado por esta fiebre seiscientil que tengo.

El asistir a una etapa de la vuelta en la cual estoy tan involucrado es algo muy importante para mi, sobre todo ver que lo poco que hago es merecidamente recompensado con la amistad de una persona tan amable como es "el amigo" Don Antonio Asensio y los miembros del Club de Ciudad Real. La semana que viene es la siguiente etapa de la vuelta, Ciudad Real - Toledo, a la que intentare ir con el Peladilla, todo esto si aguanta porque el día anterior tengo un bautizo y pretendo ir con él, veremos haber que pasa.