Un dia primaveral

domingo, 25 de marzo de 2007

Esta tarde hemos decidido ir a hacer una excursión a la sierra, mas concretamente al Puerto de Cotos, en especial para disfrutar un poco de la naturaleza y el aire fresco.

Después de comer nos hemos ido directos a Cotos, antes de salir he echado el aditivo para la compresión de aceite que compre ayer con tal despiste que me he dejado el tapón del aceite abierto, pero menos mal que me he dado cuenta a tiempo y solo había recorrido unos metros. Ya en camino nos hemos parando antes en Cerceda para darle de comer. El empleado de la gasolinera, que era extranjero, se ha mostrado interesado por el coche y haciéndome una serie de preguntas mientras le echaba gasolina. Al abrir el maletero se ha sorprendido al ver que el deposito lo llevaba delante y acto seguido me ha preguntado por los años que tenia del coche, a lo que le he contestado que 35, y que era un coche del 72. La siguiente pregunta que me ha hecho ha sido la velocidad que cogía, preguntándome que si eran 40 km/h, a lo que le he contestado que no que su velocidad máxima era 110, pero que le he puesto a 120, le ha debido de resultar extraño porque me ha preguntado que si fue en cuesta abajo. Después de llenarme el deposito, justo por la linea, he ido a pagar a la caja, y ha sido cuando dependiente ha alabado al 600 diciendo que ya no se fabrican coches como estos y que aguantaban mucho, que era capaz de llevar a toda la familia a la playa, pero bueno que os voy a contar yo.

Una vez el deposito estaba lleno hemos seguido dirección al Puerto de Navacerrada, antes de empezar a subir ya se notaba que el coche iba un poco ahogado pero finalmente decidí parar en la Fuente de los Geólogos para revisar que podía estar pasando, y me acorde de que mi padre había dejado el coche preparado ya de cara al verano, así que mire por debajo y abrí la tapa inferior del radiador, por donde sale el aire caliente. Así que con la tapa abierta volvimos a ponernos en camino sin ningún problema mas.

A medio camino entre el Puerto de Navacerrada y el de Cotos, paramos para hacer una foto al Peladilla en la nieve y ya de paso, grabar la carretera que ahora con la nieve esta muy bonita, que por cierto, esta en tierras segovianas, por lo que ya he salido de Madrid con el Peladilla.


Ya en Cotos, aparcamos el pelotilla en el parking con cierto temor a que se soltase el freno de mano y terminase en el río o empotrado con algún coche. En el parking le hicimos estas fotos con la Sierra de Guadarrama de fondo.


Hechas las fotos y asegurado el coche, subimos dando un paseo al mirador de Lucio desde donde se ven unas magnificas vistas, y no solo del parking como podéis ver, sino de toda la sierra y la bola del mundo, algún día contare algo sobre ella. Como podéis ver mi Peladilla no era el único clásico que había por allí, sino que los guardas forestales también tienen el suyo propio. Se que esto no tiene nada que ver con mi peladilla (exceptuando sus fotos), pero no me diréis que no es un paisaje bonito.

Cuando el frió del atardecer empezaba a aparecer, nos fuimos para casa, por el camino íbamos observando que nadie, pero absolutamente nadie, adelanta debidamente, unos en zona prohibida otros sin intermitencia, otros intentaban hacerlo por la derecha y sobre todo, ninguno dejaba la distancia de seguridad, pero yo si claro esta. Al llegar a casa llegamos a la conclusión que para salir con el pelotilla hay que salir en grupo, sino no te respetan y aun así si llevas cualquier otro coche tampoco, vivimos constantemente con prisas... Perdonar estas palabras de sinceridad, pero es una de las cosas que no entiendo ni entenderé nunca.