El lunes pasado, aprovechando que me había cogido puente, dediqué toda la mañana y parte del día a hacer una revisión y puesta a punto al bólido con el fin de ir preparando el gran viaje a la concentración de #600SEAT600 del próximo 9 de Septiembre en el Circuito de Montmeló en Barcelona.
Realmente esta tarea la tenía pendiente desde hacía tiempo y no solo por el viaje, el bólido no sonaba muy bien y había que darle un repasito a todo, por eso había puesto esa fecha para hacer el "mantenimiento". Una semana antes encargué a mi recambista habitual los posibles recambios que iba a necesitar: filtros de aire y aceite, platinos, condensador, pipa del distribuidor y junta de la tapa de balancines.
Con el coche en el garaje, y mi padre supervisando la operación, nos pusimos manos a la obra. La primera tarea era revisar el distribuidor , porque el coche pegaba pequeños tironcillos de un tiempo a esta parte. Así que desmontamos la tapa del distribuidor y confirmamos que los platinos estuviesen bien y a la distancia correcta (0,45 mm), efectivamente había que volver a regularlos porque se había juntado un poco. Aprovechamos la ocasión para cambiar la pipa porque la que llevaba montada era la que puse provisionalmente cuando me quedé tirado yendo al Espíritu del Jarama el año pasado.
Cuando estábamos poniendo los platinos a la distancia correcta, mi padre se dió cuenta que el tubo de la bombona expansora estaba abombado (como se puede ver en la foto anterior), el calor del escape había hecho que se abombase con el peligro de que se calentase más y se llegase a romper provocando una pérdida importante de agua. Como mi madre estaba por allí ociosa se ofreció a ir dando un paseo la tienda de recambios a por un tubo para sustituirlo, no sin antes comprobar el estado y darle un trozo para que trajese uno del mismo diámetro.
Mientras esperábamos al regreso de mi madre con el tubo continuamos con la siguiente tarea: revisar las bujías. Como se puede ver en la foto el motor quema muy bien, de hecho se puede ver que la mezcla es muy pobre, por lo que no solo el bólido anda de lo lindo, si no que también consume poco.
Con las bujías en el banco de trabajo nos empezamos a hacer el reglaje de taqués, para ello desmonté el filtro de aire y nos encontramos con la sorpresa de que el tubo de gases de la tapa de balancines estaba algo agrietado... por ahora aguanta el viaje, pero me tendré que hacer con uno para sustituirlo.
Una vez estaba el filtro quitado, procedimos a soplarlo, no hacía falta cambiarlo y con un soplado aguantaría otros 5000 km perfectamente. Le tocaba el turno a los taqués, que desde que terminamos el coche no se habían tocado, y es que la verdad no había hecho falta, porque no ha sido hasta ahora cuando he empezado a oír el típico sonido cuando están fuera de reglaje (a nosotros nos gusta dejar tanto las válvulas de escape como las de admisión a 0,20 mm).
Con la tapa de balancines y las bujías revisadas y puestas de nuevo en su lugar, monté el nuevo tubo de la bombona expansora, esta vez no era de plexiglas, mi madre había traído un tubo de gasolina para camión que nos aseguraba que el calor no le afectaría tanto.
Montado el tubo tan solo me quedaba cambiar el aceite y comprobar que el bólido funcionaba bien Así que mientras se "desangraba" me dediqué a cambiar la goma de la varilla del aceite (otra tarea que tenía pendiente desde hacía tiempo).
Con todo terminado, saqué el bólido a la rampa del garaje para terminar la puesta a punto, sobre todo por si había que tocar algo del carburador. Pero el coche va tan fino que prácticamente no hizo falta tocar nada a excepción de un poquito el aire porque en bajos iba un poco mal...
Realmente esta tarea la tenía pendiente desde hacía tiempo y no solo por el viaje, el bólido no sonaba muy bien y había que darle un repasito a todo, por eso había puesto esa fecha para hacer el "mantenimiento". Una semana antes encargué a mi recambista habitual los posibles recambios que iba a necesitar: filtros de aire y aceite, platinos, condensador, pipa del distribuidor y junta de la tapa de balancines.
Con el coche en el garaje, y mi padre supervisando la operación, nos pusimos manos a la obra. La primera tarea era revisar el distribuidor , porque el coche pegaba pequeños tironcillos de un tiempo a esta parte. Así que desmontamos la tapa del distribuidor y confirmamos que los platinos estuviesen bien y a la distancia correcta (0,45 mm), efectivamente había que volver a regularlos porque se había juntado un poco. Aprovechamos la ocasión para cambiar la pipa porque la que llevaba montada era la que puse provisionalmente cuando me quedé tirado yendo al Espíritu del Jarama el año pasado.
Cuando estábamos poniendo los platinos a la distancia correcta, mi padre se dió cuenta que el tubo de la bombona expansora estaba abombado (como se puede ver en la foto anterior), el calor del escape había hecho que se abombase con el peligro de que se calentase más y se llegase a romper provocando una pérdida importante de agua. Como mi madre estaba por allí ociosa se ofreció a ir dando un paseo la tienda de recambios a por un tubo para sustituirlo, no sin antes comprobar el estado y darle un trozo para que trajese uno del mismo diámetro.
Mientras esperábamos al regreso de mi madre con el tubo continuamos con la siguiente tarea: revisar las bujías. Como se puede ver en la foto el motor quema muy bien, de hecho se puede ver que la mezcla es muy pobre, por lo que no solo el bólido anda de lo lindo, si no que también consume poco.
Con las bujías en el banco de trabajo nos empezamos a hacer el reglaje de taqués, para ello desmonté el filtro de aire y nos encontramos con la sorpresa de que el tubo de gases de la tapa de balancines estaba algo agrietado... por ahora aguanta el viaje, pero me tendré que hacer con uno para sustituirlo.
Una vez estaba el filtro quitado, procedimos a soplarlo, no hacía falta cambiarlo y con un soplado aguantaría otros 5000 km perfectamente. Le tocaba el turno a los taqués, que desde que terminamos el coche no se habían tocado, y es que la verdad no había hecho falta, porque no ha sido hasta ahora cuando he empezado a oír el típico sonido cuando están fuera de reglaje (a nosotros nos gusta dejar tanto las válvulas de escape como las de admisión a 0,20 mm).
Con la tapa de balancines y las bujías revisadas y puestas de nuevo en su lugar, monté el nuevo tubo de la bombona expansora, esta vez no era de plexiglas, mi madre había traído un tubo de gasolina para camión que nos aseguraba que el calor no le afectaría tanto.
Montado el tubo tan solo me quedaba cambiar el aceite y comprobar que el bólido funcionaba bien Así que mientras se "desangraba" me dediqué a cambiar la goma de la varilla del aceite (otra tarea que tenía pendiente desde hacía tiempo).
Con todo terminado, saqué el bólido a la rampa del garaje para terminar la puesta a punto, sobre todo por si había que tocar algo del carburador. Pero el coche va tan fino que prácticamente no hizo falta tocar nada a excepción de un poquito el aire porque en bajos iba un poco mal...
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