Volviendo a los orígenes: ¡Llantas restauradas!

El pasado martes, después de varios meses tras rescatar del armario las llantas "originales", recogí por fin las llantas restauradas de un taller especializado en el sur de Madrid. La verdad es que el resultado es espectacular, han quedado como nuevas. Aunque estoy muy contento con la restauración, tengo que reconocer que no ha sido barata, pero creo que ha merecido la pena sobre todo si es para dejar el bólido como en origen, es decir, como cuando terminamos de restaurarlo/prepararlo.

Como decía, las llantas han quedado como nuevas (juzgarlo vosotros mismos), pero una de ellas estaba rajada y al ir a montarla me dijeron que me olvidase de montarla, que con esa raja corría peligro. Supuestamente, en el taller donde me la restauraron, me dijeron que no habría problema, pero observando la llanta, pese a que pueda estar arreglada, es mejor no arriesgarse. Menos mal que la de repuesto también es igual, pero pintada en negro. De haberlo sabido habría restaurado la de repuesto y me hubiese ahorrado la rajada.

El caso es que después de una semana esperando a recibir las llantas las recogí y puse fecha para el montaje de los neumáticos en las llantas "originales", y ese día fue el sábado pasado. Como no podía ser de otra forma acudí a mi taller de neumáticos de confianza, donde ya saben cómo tratar al bólido y cómo se montan este tipo de llantas. Y es que al ser llantas "desplazadas" tienen que montarse al revés, porque si se montan como una llanta original se puede llegar a doblar el lateral. Después de un ratito esperando terminaron con el trabajo, pero lamentablemente no pude hacer la sesión de fotos que tenía pensada por culpa de la lluvia y me tuve que conformar con esta en el taller...

Y aunque la lluvia fastidiase la sesión de fotos, al menos pude probar el funcionamiento de los limpias del 205 camino al garaje y he de decir que hay un cambio abismal (os recomiendo la mejora 😉).