Insonorizar o intoxicarme en el intento

jueves, 24 de diciembre de 2009

Aunque por mucho que madrugue ayer, no pude insonorizar el coche al completo porque otros temas requerían mi atención, así que entre ayer por la mañana y esta mañana he terminado de insonorizar toda la parte trasera. Después de presentar todas las piezas para comprobar donde había que cortar, empecé a aislar la tabica del asiento trasero con el aislante que me regaló Juan Antonio.



Una vez bien pegado y comprobado que las piezas encajaban pegue toda la parte trasera, unos recortes por aquí y otros por allá...



Lo siguiente fueron los paneles laterales, el del lado del copiloto encajo a la perfección, aunque se podía poner sin necesidad de cola de contacto, le puse un poco para asegurar. El lado del conductor tuve que hacer unos cuantos recortes para salvar los cables de la instalación eléctrica.



Una vez seco y pasado un rato dejando que se airease el garaje he colocado el aislante del asiento.



Cuando he terminado de poner la insonorización me he desquitado y lo he aireado dando una vuelta por el barrio... han sido solo 5 km y casi todos por calles y sin poder pisarle mucho (no he pasado de los 80 km/h). Volverme a poner a los mandos y recordar la sensación de a ver que toda la gente se quedaba mirando se ha hecho que se me pasen los malos ratos y los cabreos, sobre todo al reducir que escuchaba el petardeo del escape que hacia girar a la gente. Menos mal que no ha llovido aunque el coche ha vuelto con gotitas por la humedad del ambiente, ya estoy deseando que llegue el día de volver a probarlo...

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