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2º Rally Moritz (Barcelona-Igualada)

lunes, 20 de septiembre de 2010

¡Ya estoy de vuelta! ha sido un fin de semana muy divertido, y duro por los viajes, en especial el viernes que cansado de trabajar me fui para Barcelona con amenaza de tormentas fuertes, pero como suelo decir en estos casos: "sarna con gusto no pica". Y ahora paso a contar el resumen del fin de semana.

El viaje de ida:

Nada mas salir del trabajo me monté y puse rumbo a Barcelona, no podía demorarme mas porque llegaría muy tarde. Mi previsión era llegar, tranquilamente y sin correr, pero tampoco llegar de madrugada ya que Xavi (seilla) me estaba esperando.

Del viaje de ida, tengo poco que contar, hacia mis paradas obligatorias una vez para el coche y otras para mi. A las 12 de la noche, llegue a mi lugar de destino...

La concentración:

Para estar en Barcelona a la hora de la concentración hubo que madrugar bastante, cuando fuimos a salir no amenazaba lluvia pero aprovechando que Xavi tenia que echar gasolina le di un lavado al coche (no era plan de llegar a la concentración lleno de mosquitos)... y como ya se sabe, siempre que lavas el coche llueve y así fue, de camino a Barcelona cayo una buena tormenta, pero después la lluvia desapareció para dejar paso a un día nublado pero con una temperatura estupenda para nosotros y para los pelotos (y demás clásicos).



Al llegar al lugar del desayuno “de tenedor” en La Caseta del Migdia, en el Mirador del Migdia (Mirador del Mediodía) en Montjuïc, aparcamos los coches y nos fuimos a desayunar algo típico: pan tomaca y longaniza, sin contar donuts y croissants por doquier...



Después del desayuno fui a ver los coches, haciendo las correspondientes fotos...



Entre todos los coches había uno que tenia ganas de fotografiar la Siata Patricia de la Fira de Barcelona. Que si no recuerdo mal es el único ejemplar que queda de un modelo basado en el Seat 600 D, fabricado de forma artesanal con un motor de 600 cubicado a 750c.c. que rinde 32cv, sin duda un buen vehículo veraniego para aquellos veranos de los 70.



Nada mas terminar de hacer las fotos a la Siata, pusimos rumbo a la Plaza de Cal Font en Igualada donde aparcaríamos los coches mientras visitábamos el museo de la piel. Como iba conduciendo y de charla con mi copiloto (Jesús, mas conocido como rancio) no pude hacer ninguna foto, pero los compañeros que me seguían hicieron alguna del coche en marcha (esta está tomada desde el 850 de Miquel a quien adelante en plena subida...)



Antes de llegar a Igualada, paramos en el poligono para hacer un reagrupamiento, mientras esperábamos al resto de coches saqué la cámara e hice alguna mas.



La llegada a la plaza fue espectacular, el mio al ser uno de los ultimos coches y de los que mas (por no decir el que mas) sonaba hizo que todo el mundo se quedase atonito, Jesús, que no se corta ni un pelo, me animo a dar unos cuantos acelerones... y así hice. La gente pedía mas, pero no había tiempo porque nos quedábamos sin sitio para aparcar el coche, para tomar el aperitivo y visitar el museo de la piel.



La visita al museo de la piel:



Y para terminar la jornada comimos en un bonito restaurante, donde no me escapé de pasar un ratito de vergüenza... A la hora de los agradecimientos, Pablo Jimeno Valledor, el presidente del Antic Car Club de Catalunya (a parte de historiador y gran amante de los clasicos que ha publicado un libro sobre el 600), pidió un aplauso para mi por haber hecho el viaje en 600 y en solitario.



Y para rematar la jornada volvimos a casa de Xavi, donde dejé el coche hasta el día siguiente.




Se acabo lo bueno, la vuelta a casa.

La vuelta a casa fue mas accidentada de lo que esperaba... Durante el recorrido de la concentración iba percibiendo que el encendido del coche no iba fino, pegaba petardazos... la verdad es que lo habia notado la noche anterior pero no le habia dado importancia, pensaba que era debido al aturdimiento del escape y al cansancio que llevaba acumulado mas que al coche. Pero durante la conce, seguia haciendolo. Cuando paramos en Igualada, le monté un nuevo filtro de gasolina en la parte delantera para ver si era por la suciedad que esta tenia... pero no, siguio haciéndolo, tanto es que después de revisar la tapa del delco y la pipa el coche seguía petardeando...

Con todo revisado y confiando que el problema del petardeo se había solucionado, puse rumbo a casa mas o menos a las 14:00, pero el problema volvió a aparecer haciendo que tardase mas de cuatro horas en llegar hasta Zaragoza. Harto de parar cada dos por tres y revisar la tapa del delco (tonto de mi que no mire mas) llamé a mi padre para ver si me podía orientar un poco. Parado en un área de descanso hice lo que me dijo, quite la tapa del distribuidor, la pipa y comprobé la distancia de los platinos... ¡estaban separadísimos! Siguiendo sus pautas los ajuste con la ayuda de una tarjeta del visita y me lancé ha hacer kilómetros.



Con los platinos en su sitio el coche ya no petardeaba, iba incluso mejor que antes... aprovechando que podía pisarle no bajaba de los 120 km/h, adelantando a todos (o a casi todos) los que se ponían delante. El resto del viaje fue muy tranquilo, sin lluvia y con una media bastante buena, finalmente llegue a casa a las 12 de la noche, y como estaba muy cansado del viaje, dejé el coche en la rampa tapado con su funda porque el día siguiente tenia que poner un poco de orden en el.



Agradecimientos y otras cositas:

Quiero aprovechar para agradecer publicamente a toda la gente que me ha hecho sentirme como en casa: a Xavi y a Sandra el alojarme en su casa estos dos dias, dejarme un hueco en su garaje para dejar el coche, a Jesús (rancio2) por renunciar a su austeridad y hacer de copiloto, y a Miquel, Gori, Jordi y esposa, Celia, Vicen, Nuria, Ramona, Arturo y alguno mas que me dejo seguro, por lo que he dicho al principio.

Por mucho que me digan que ha sido una locura, el viaje fue muy cansado, mas si lo haces en solitario, y un día después de salir de trabajar levantándome a las 6 de la mañana metiéndome en el coche con un escape que iba sonando cada vez mas, pero como dije en la entrada anterior, tenia ganas de una conce lejana y mas hacerla en solitario... Pese a todo esto y los problemas que me dio el coche (pocos con los que me podia haber dado) he de decir que ¡MERECIÓ LA PENA! y seguro que repito.

PD: De recuerdo en la conce nos dieron esta miniatura de un 600 de la Moritz, con su ultima decoración... a parte de un pack de 6 cervezas de todos los tipos, pero yo me traje unas cuantas mas de regalo...


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